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DIÁLOGOS POSTMODERNOS

La guerra de las falacias. ESPISODIO IV

La guerra de las falacias. ESPISODIO IV

Después de los tres capítulos inicales de la sección política "Juguemos a engañar", Fernando Cab regresa a la carga en esta segunda fase del camino a la gubernatura del pequeño "twin peaks" mexicano: Campeche. El nuevo nombre de la sección consideramos que es más adecuado y acorde a las circunstancias políticas actuales de este estado, que bien pueden adaptarse a las de cualquier otro de México.

 

La unidad tricolor

Por Fernando CAB PÉREZ

 

En la historia, poderosos regímenes colapsaron porque, progresivamente, el consenso político interno que permitió conservar su hegemonía sobre el resto de los grupos sociales, fue debilitándose. Mientras los intereses de cada una de sus partes sobrevivían de manera armónica, eran capaces de mantener un claro dominio sobre la sociedad.

Sin embargo, después de gozar momentos esplendorosos, las relaciones entre sus elementos constitutivos entraron en fuertes confrontaciones. Los problemas de las clases dirigentes fueron deteriorando los controles políticos sobre la población y, por ende, ya no eran capaces de construir sistemas políticos cohesionadores, que garantizaran su continuidad en el poder y reforzaran la sujeción de los grupos subalternos.

Desde luego, al margen de la experiencia de otros regímenes -los socialistas, por ejemplo-, que desaparecieron tras el derrumbe de su poder, el priísta es un caso excepcional. Posterior a su descalabro en las elecciones presidenciales, las claves para comprender la sobrevivencia del antiguo partido hegemónico las encontramos en su capacidad para construir acuerdos.

Estos acuerdos, tanto en la casa partidaria como fuera de ella, han generado los mecanismos necesarios para mantener vigente su composición corporativa, a pesar de perder la rectoría de la Presidencia de la República. Las entidades donde los gobiernos de sello priísta todavía imponen su dominio, resolvieron con eficacia la ausencia de los designios presidenciales, con base en el consenso. De esta manera, se consolida un bloque compacto con miras a los próximos comicios.

En lo particular, en Campeche está uno de los sintomáticos casos de esta hábil estrategia. Es importante reconocer la asombrosa capacidad de negociación que tienen los priístas campechanos. Los diversos intereses en conflicto en los escenarios electorales son inmunizados cuidadosamente mediante inteligentes arreglos cupulares. Frente a la mirada pública, esta situación se presenta con mucha solemnidad bajo el nombre de "la unidad tricolor", que no es más que el consenso de los grupos poderosos para seguir dominando con armonía.

En términos mediáticos, las recientes declinaciones de los precandidatos a favor de Fernando Ortega Bernés también tienen una fuerte carga emocional en la sociedad campechana, porque, lejos de producirse una crisis de autoridad, aquella concibe la idea de la unidad como una muestra de madurez política, es decir, para las mayorías, las fuerzas priístas exhiben sus fortalezas, no sus debilidades.

Los tricolores edificaron un consenso interior, al tiempo que amarraron una alianza táctica con la población subalterna que, observando las acciones de los dirigentes priístas, acentuaron el respeto y la obediencia hacia estos. La candidatura a la gubernatura está resuelta a favor de Ortega Bernés, y continurán los demás puestos de elección popular, como las presidencias municipales, las diputaciones locales, federales, entre los más importantes.

Hace unos meses, imperaba la incertidumbre en torno a la lucha por la Gubernatura; luego sobrevino el consenso tricolor, que impidió una desgastante parálisis de grandes proporciones. El partido oficial tiene a favor: la chispeante reyerta interpanista, sus más cercano perseguidor en la competencia.

Elegir candidato de unidad fue la decisión más lógica, las preferencias arrojan luces positivas para el candidato de unidad, que se traducirá como una victoria este 5 de julio y, sobre todo, a mantener, mediante el consenso, la convivencia entre los distintos intereses políticos durante un sexenio más. 

¡EXTRA! U2: “No line on the horizon”

¡EXTRA!  U2: “No line on the horizon”

Bienvenidos a esta edición extra de adicción sonora... U2, "No line on the horizon".

 

Track 01

 

Desde que los primeros sonidos del álbum se escuchan, caemos en cuenta de estar en presencia de un disco obligatorio. Con un sonido muy correcto, la banda da a sus seguidores más de lo que los tiene acostumbrados; el primer track deja claro quiénes están interpretando.

 

El disco es "el mejor de la banda", según palabras de The Edge; sin embargo, para el escucha sería un tanto difícil asegurarlo tras 12 discos. Probablemente No line... reúna toda la experiencia de los álbumes de U2, pero no se parece a "Zooropa" ni a "Pop" y  conserva el carácter de "All that you can’t leave behind". Con el personalísimo sonido de las guitarras del mismo The Edge (y sus pedales), y la voz eterna (etérea, a veces, o deja ecuté, en otros momentos) de Bono.

 

Track 02

 

Es muy interesante la propuesta del álbum, desde la portada con la fotografía en blanco y negro del artista japonés Hiroshi Sugimoto, la frontera entre el cielo y el mar, difuminada, es la décima fotografía monocromática en una portada de U2 y, por lo menos en la edición irlandesa, no contiene ningún texto.

 

Tras superar el tropiezo inicial de la selección de su productor, Rick Rubin, con quien produjeron algunas canciones (que no se incluyeron en este álbum) se hicieron del trabajo -una vez más- de Brian Eno, Daniel Lanois y Steve Lillywhite. ¿Qué tan bueno fue esto? Pues cinco años después la banda vuelve.

 

Track 03

 

Quien espera que los irlandeses ofrezcan algo nuevo, se va a llevar un chasco. "No line on the horizon", "Magnificent", "Moment of surrender", "Unknow caller" pudieron incluirse en los dos discos anteriores y, si me apuran, esta última pudo caer perfecta en el álbum "Zooropa". Y estamos hablando de los cuatro primeros tracks.

 

¿Por qué? Tal vez el hecho de ser considerada una de las pocas bandas auténticas de nuestros días le caiga de mala forma a estos señores y me da la impresión de que repetirse es una manera de seguir vendiendo. Arriesgarse a estas alturas, ¿para qué?   

 

A lo mejor quisieron hacer algo de eso (arriesgarse) con "Stand Up", con su desde ahora célebre frase "Enfréntate a las estrellas del rock", en un gesto de arrogancia propio de Bono. O su hartazgo ante el hecho de ser interlocutor de causas varias: "no quiero hablar de las guerras entre naciones / No en este momento", dice en "Get on your boots"... tracks donde se visualizan como estrellas de rock de estadio, tal vez como Lenny Kravitz (ese sabor de boca deja de repente).

 

El disco cierra con "White as snow", curiosamente llevando al escucha a la postura del combatiente extranjero en Afganistán... y "Cedars of Lebanon" que nos interna en la atribulada mente de un corresponsal de guerra en Medio Oriente.

 

Track 04

 

En fin, si te gusta U2, seguramente te va a gustar este disco que es más de lo mismo, lo que no significa necesariamente que sea malo, realmente la calidad del material es muy buena. El sonido, insisto, muy correcto, ya conocemos cómo suena la batería de Larry Mullen Jr. ya conocemos el estilo de Adam Clayton, ya conocemos lo que hace The Edge con su guitarra, ya conocemos los lentes de Bono.

 

Por cierto la distribuidora de Universal Music en Australia se equivocó con la fecha de salida del material y puso a la venta en Internet el disco (que salió en cinco formatos diferentes, háganme el favor) y claro, quien lo pudo adquirir por esa vía lo puso a disposición en share a todo el mundo.

 

Nos leemos.

 

 

 

 

Holocausto Caníbal: el horror hecho imagen

Holocausto Caníbal: el horror hecho imagen

Por Wilberth Herrera

 

Porque el horror nos paraliza, porque nos muestra dos vertientes: la vida y la muerte, pero, ante todo, nos asombra.

 

Las películas de horror son (y siempre han sido) una fascinación ante todo. A diferencia de otros géneros, el horror encuentra un escollo profundo en el ser y se erige como un género indispensable.

 

En estos tiempos, quizá por la ya en picada ola de terror asiático, el cine de horror-terror ha encontrado un aire nuevo, un resaltado ambiente. Atrás quedaron los 80’s con su genial producción de películas del denominado género de  espantos, y hoy más que nunca se reviven nostálgicamente con remakes algo tambaleantes. Tal vez se trate de una generación que está llegando a la madurez y en el recuerdo encuentra su alegría. Pero lo que sí es un hecho es que existen paradigmas que hoy en día se respetan.

 

La gran producción de películas de horror ha quebrantado los límites de las generaciones anteriores y subraya el gore para presentar su producto. Lamentablemente, el abuso es un mal que viene con este mismo tiempo y, muchas veces, el gore es sólo un gancho para ver ciertas películas carentes de ambiente e historia. Volviendo hacia atrás en el tiempo, uno encuentra que el gore era un elemento más sutil, un factor para despuntar un tema.

 

Dentro de aquellas películas que marcaron un hito, muy pocas pueden contener dos elementos contradictorios (ser un modelo exitoso y mantenerse como una película de culto). Holocausto Caníbal es una de esas películas que mantienen ese maravilloso dilema.

 

Es verdaderamente glorioso ver que una película tan controvertida no tenga los alcances de ser conocida como otras películas populares como Masacre en Texas o Viernes 13. Es como que se recuerde sólo porque tuvo (tiene) problemas con la ley, pero que en sí esa película es dadora de influencias.

 

Holocausto Caníbal es una película clasificada como terror, aunque yo difiero de eso. El género tendría que ser horror y nada más, terror son Viernes 13, Evil dead o Scream. El terror te hace saltar, el horror te asombra, te paraliza.

 

Holocausto Caníbal fue lanzada en 1980 y, desde la presentación, tuvo críticas dispares. Por un lado, tuvo buenas reseñas por directores reconocidos y, por otro, las revistas y críticos la despedazaron. Tal vez son estas últimas las que les dieron cierta popularidad escondida. Y es que el horror y el gore son así (elementos tan entrañables entre sí que muchas veces el horror necesita del gore para lograr su cometido), necesitan lograr una atracción casi prohibida; es parte de la naturaleza de ese sentimiento que tenemos ante lo repulsivo. Pero no sólo se quedó en las críticas. No. Esto llegó a un plano jurídico. El mismo Sergio Leone, creador de Once upon a time in America, Sodoma y Gomorra y la inolvidable El bueno, el malo y el feo, le mandó una carta al director de Holocausto Caníbal, Deodato, donde le dijo: "Querido Ruggero, ¡qué película! La segunda parte es una obra maestra de realismo cinematográfico, pero todo parece tan real que creo que te meterás en varios problemas". Y así fue.

 

hc2 por ti.

Primero, todo era tan real que Deodato tuvo el mismo problema que Hideshi Hino con sus series de Guinea Pig: su cinta fue llevada  a juicio por ser considerada snuff. Creyeron que los actores en verdad habían sido asesinados y que una mujer había sido empalada (la de la portada). Así que la película fue confiscada diez días después de su estreno en Milán y Deodato fue arrestado.

 

Dios juega bien y nos hace quedar en ridículo, pues resulta que, después de terminar la película, los actores que la habían pasado mal, firmaron un contrato en donde no aparecerían por ningún motivo, ni en presentaciones ni en comerciales por un año, desaparición que para la corte pareció una sospecha macabra. Al final, todo se comprobó, se mostraron los contratos, los actores y el cómo se simuló la empalación, porque la mujer  que utilizaron era una joven extra que no fue encontrada. Los cargos de homicidio sobre Deodato fueron retirados. Sin embargo, la matanza de animales siguió en pie porque en realidad sí fueron asesinados.

 

Pero mencionemos a los actores que aparecen en la película. Primero, el director es Ruggero Deodato, el guión es de Gianfranco Clerici y Giorgio Stegani y la banda sonora de la película fue compuesta por el genial italiano Riz Ortolani. En cuanto a los actores, Deodato contrató a pura gente egresada del Instituto "Strasberg": Luca Barbareschi, Perry Pirkanen, Carl Gabriel Yorke y Francesca Ciardi.

 

Debido a lo fuerte de la película, los actores empezaron a sentirse presionados, pues muchas veces no querían hacer una escena y Deodato los llevaba hasta el límite para que aceptaran; al respecto, Carl Yorke menciona que el set era un nivel de crueldad desconocida para él. El punto que Yorke no pudo aguantar es cuando Deodato le ordenó que matara a un cerdo; se negó y Luca Barbareschi tuvo que hacerlo. Los actores se opusieron a la muerte de los animales, pero su petición no cedió. Esto ocasionó muchos problemas para ellos, como Perry Pirkanen, quien quedó muy afectado por la parte en donde matan a una tortuga, una de las escenas más escalofriantes del cine de horror de todos los tiempos.

 

hc3 por ti.

Otra persona que sufrió mucho fue Francesca Ciardi. Ella se negó a ciertas instrucciones que Deodato le hizo en la magnífica escena de sexo con Carl Yorke. Esta parte es una joya, es una de las escenas más apocalípticas que se han realizado. En ella se ve a Carl y a Francesca en un momento de éxtasis, mientras quemaban las cabañas de los aborígenes y, entre ese festín diabólico, tienen sexo con el fuego a sus espaldas como un marco horripilante.

 

Holocausto Caníbal es, y siempre será, un referente. A pesar de la clara aportación que le hizo al cine, con su estilo documental que dio luz a películas como el Proyecto de la Bruja de Blair, Cloverfield y REC, Holocausto... se erige como un parteaguas del gore. Su difícil digestión, sus imágenes chocantes, su música adherente y sus símbolos sublimes nos dejan ver una verdadera joya del cine de culto.

 

 

 

El síndrome del señor Burns

El síndrome del señor Burns

El capítulo siete de la temporada cuatro de los Simpson, "Marge consigue empleo", muestra lo que he bautizado como "el síndrome del Sr. Burns". A continuación trascribo el diálogo que me llevará a comentar tal circunstancia:

 

Marge: "¿Quería verme señor Burns?"

Sr. Burns: "La verdad quería ver si quería tener una reunión conmigo esta noche: cena, baile y el señor Tom Jones"

Marge: "¡Oh, válgame Dios!, mi esposo se va a emocionar mucho"

Sr. Burns: "Usted, ¿tiene esposo? Sí, ya lo imagino, fuerte, guapo, un suéter sobre los hombros, rizos dorados brillando al sol como oro... -imaginando a Homero y Marge en un convertible rojo. (Marge: ‘Homero, el señor Burns me dio otro aumento’... Homero imaginario: ‘jajaja... ese viejito tonto’)-. ¡Está despedida!"

 

En esas tan usuales pláticas y referencias de los Simpson con nuestra vida habitual, en alguna ocasión Fernando Manzanilla y yo nos mofábamos de nosotros mismos cuando veíamos a una mujer muy guapa y fantaseábamos con cortejarla, pero inmediatamente nos venía el pensamiento de que nosotros podíamos ser poca cosa para el novio verdadero de la pretendida fémina; así, nos confinábamos en nuestra realidad. La autoestima parece jugar un papel muy importante en este caso y, a la vez, la infaltable comparación con nuestros congéneres. Asimismo, la idea usual de la coexistencia casi ineludible de dos personas atractivas. 

 

Es claro que hay mujeres hermosas y que nos gustan inmediatamente, y ante esa idealización pensamos que sólo un hombre "fuerte, guapo, con suéter sobre los hombros, rizos dorados brillando al sol como oro" puede ser digno de ella, características totalmente ajenas a muchos de nosotros y, por lo tanto, pensamos que nuestra pretensión y humilde muestra de amor es risible y causa de lástima, cosa que también me recuerda otro capítulo cuando Rafa se enamora de Lisa y, durante el especial de Krusty por el Día del Amor y la Amistad, ella le grita "nooo, sólo te di esa tarjeta de Día de San Valentín porque me diste lástima". Retomando la idea, nos compadecemos de nosotros y hasta nos burlamos de lo que pensamos y sentimos castigándonos con la frase: "jajaja... ese viejito tonto".

 

74__I_Love_Lisa por ti.

Sólo en el momento en que enfrentamos esta situación en la vida real es cuando sentimos un peso sobre los hombros, nos mostramos dubitativos, cargando depresión, pero es entonces cuando la frustración, la irritación y el deseo de venganza emerge y entonces tratamos de defendernos diciendo cosas como: "caray Marge, mira cuántas moscas vuelan a tu alrededor, eres una mujer sucia, jajajaja"; tal como lo dijo Burns dibujando bigotes, barba y cuernos en la televisión en donde se mostraba Marge captada por la cámara de vigilancia. Entonces sentimos nuestra dignidad recuperada, tratando de hacer volver la estima con nuestras mejores cualidades, que en el caso del más acaudalado personaje de la adorada serie televisiva, una de sus mejores intervenciones es cuando denigra a los demás, con sed de venganza y la ‘maldad’ anteponiéndose a cualquier afecto arrebatado.

 

Es obvio que el atribulado, rencoroso, irónico y divertido (para sí mismo) ser que aquí escribe le ha pasado algo semejante a lo que aquí plasma. Viniendo al caso, comento que mi experiencia se refiere a que efectivamente me sentí como un "viejito tonto" al sentirme atraído por una mujer más joven, lo peor de todo es que no tengo el dinero del señor Burns, ni la oportunidad de despedirla ni de pintarle atributos chuscos a su imagen; pero sí es un buen momento de reflexión sobre los alcances del deseo, del aglutinamiento de cualidades proyectadas y de la sed de necesidades afectivas. Emergen a la vez los sentimientos más filiales, el sublimado impulso de proteger y de guiar, una emoción pura que parece amor verdadero, vuelven los sentidos poéticos de palabras dirigidas, pero sin negar las pulsiones básicas y placenteras del hombre. Esto me lleva a la resolución de este comentario.

 

¿Cómo acaba el capítulo? Si bien recuerdan, Marge le pone una demanda al señor Burns, la cual no va a ningún lado porque éste tiene un buffet de abogados que lo amparan ante todo. Al ver esto, Homero le reclama:

 

Homero: "Sr. Burns no me voy hasta que me diga que se arrepiente de lo que le hizo a mi esposa"

Burns: "¿Usted la quiere también?"

Homero: "¡Por supuesto!"

Burns: "Homero, quiero que dé a esta mujer un momento fantástico"...

        

Marge y Homero acaban escuchando a Tom Jones sólo para ellos; pues bien, algunas veces, en vez de saciar nuestro deseo de venganza, acabamos haciendo algo por esa mujer sin que nosotros tengamos algún beneficio. ¿Qué lectura podemos hacer del final de ese capítulo? Tal vez que Burns, además del "corazón de perro" que tiene -como dice la canción en la que Tito Puente tocó los timbales-, le sobrevive algo de altruismo como también lo ha mostrado en otros capítulos, aunque siempre tenga un grado de conveniencia o mentira ("cuando un cerdo vuele"); pero a la vez, se puede mostrar que mediante ese acto, él muestra su poder (narcisismo) y su influyentismo, dando una pequeña muestra del mismo haciendo que el tan afamado artista favorito de Marge cante para ella, así, se repara esa herida que se abrió al no ser correspondido su amor. Podemos pensar que el amor más grande es aquel que es desinteresado y podríamos pensar que Burns quiso complacer a Marge, aunque no obtuviera nada, pero por otra parte, cuando no obtenemos la correspondencia del ser amado, lo que nos queda es remitirnos a nosotros mismos, a nuestro amor personal, el cual expresamos por el solo deseo de reevaluarnos.

Grammys, Henry Mancini y Willie Colón

Grammys, Henry Mancini y Willie Colón

Dos discos y unos premios que…

Hola y bienvenidos a esta experiencia donde una breve parte del mundo sonoro converge. Esta vez traigo para ustedes dos discos que apenas hace unos días escuché y me dejaron un grato sabor de boca.

 

Track 01 (con scratch)

 

 "The best of Henry Mancini" El título lo dice todo. Uno de los grandes genios de la música escrita para cine de toda la historia. Disco lleno de emociones, impacta de manera increíble porque cada uno de estos cortes es un clásico en sí mismo.

 

Mancini es reconocido por la música de la Pantera Rosa, aquella cinta del ’63 dirigida por Blake Edwards, donde Peter Sellers, en el papel del inspector Closeau, trata de resolver el caso del robo del diamante llamado "The Pink Panter" (el antagonista: ¡David Niven!). Tras el éxito de la cinta se vino una segunda parte: dibujos animados que nada tienen que ver, pero en todas ellas la música de Mancini es fundamental. Incluso en uno de los episodios de "El show de la Pantera Rosa", tras una hilarante rutina, la pantera logra apoderarse de la batuta para interpretar una muy movida versión del tema para Henry Mancini, quien aplaude, solo, en las butacas del Hollywood Bowl.

 

En este disco aparece también "A shot in the dark", el tema del inspector para los dibujos animados (hay que recordar que Mancini hizo tres tracks para la película original, en este álbum sólo aparece "The Pink Panter Theme"). El disco corre sin altibajos, 24 tracks de pura emoción con el tema de "Breakfast at Tiffany’s" como para ponerle a uno a tono, y luego el clásico "Moon River", "Días de vino y rosas", protagonizada por Audrey Hepburn (no se pierdan la escena en la que la bellísima Audrey canta este tema sentada en la ventana de su apartamento).

 

Y luego, una cascada de recuerdos: "El amor es una cosa esplendorosa"; "Love story"; "The summer knows"... tantas y tantas... puede incluso que parezca que peque de cursi o de kistch en momentos. Pero no fue culpa de Mancini, sino de la repetición ad-infinitum de muchos de estos temas. Ahora que ya han pasado de moda uno puede sentarse a disfrutarle... incluso a utilizarlo como paisaje sonoro para la seducción.

 

No, no es un disco de música de cine solamente. Hay una extraordinaria muestra de la capacidad de Mancini para los arreglos y el jazz (sólo escuchen "Peter Gunn" o "Experiment in terror").  Mancini fue nominado 17 veces a los premios de la Academia (los Oscar, cuando valían algo) de los cuales obtuvo cuatro. Es ganador de 20 Grammy (cuando valían algo) y un Gold Globe Award (...)

 

El álbum fue editado en 1997, tres años después de su muerte, es parte de la extensa cantidad de recopilatorios que existen sobre el trabajo del autor, me parece que esta es la más completa que puede integrar un disco compacto. El arte de la portada ha cambiado en sus constantes ediciones, así que es probable que le encuentren con la fotografía de Mancini batuta en mano, dando la espalda a un colosal candelabro, aunque también hay otra con una foto de Audrey Hepburn con su vestido negro de "Breakfast at Tiffany’s" con un backgroud púrpura y otra donde la misma Hepburn, cigarrillo en ristre, comparte la portada con... la Pantera Rosa.

 

Track 02

 

Qué grato es oír el broche de oro de una carrera legendaria sin que pierda coherencia, y esto lo logra el maestro Willie Colón con su disco "El Malo. Volumen II, Prisioneros del mambo".

 

En 1966, Willie Colón presentó su primer disco, "El Malo", en el que dio a conocer a la leyenda de la salsa: Héctor Lavoe, "El Cantante". Todo bajo el apoyo de Jerry Masucci y la disquera Fania.

 

Hoy Fania no existe; Masucci y Lavoe han muerto y, tras una carrera de más de 50 discos, Willie Colón se despide con este material. Coherente, capaz de sorprender aún con su música. Las grabaciones incluyen el carácter bravo de la salsa de Colón, con una historia impresionante y con algunos retratos de la cotidianidad latinoamericana (el track tres, "Narcomula", por ejemplo), el meedley de Lavoe que... mejor paso a un index.

 

Track 02, Index 01

 

Pudo parecer que hacer un medley de homenaje al Cantante era un mero oportunismo, pero hay que recordar que estos cortes fueron arreglados por el mismo Colón, estos números no sólo impulsaron la carrera de Lavoe, si no la del Malo también. Y lo más sorprendente es que termina cantando "El Cantante" el número que Ruben Blades (ahora enemistado con Willie) le escribiera a Héctor para su legendario disco "Comedia" de 1979. Ya existe, pues punto de comparación entre los monstruos con este corte -dejemos a un lado la versión de Marc Anthony- 

 

Track 02, Index 02

 

La banda de Colón, Legal Alien, rescata el sonido de salsa brava neoyorkina (cosa que pocos han logrado, entre ellos Oscar Hernández, con su Spanish Harlem Orquestra), pero permite experimentar. Ah! Y hay que referir los curiosos "Intro con Polito" y "Pesadilla en el club Riviera" donde uno no se puede imaginar que toda esa colección de sonidos pueda integrar un álbum de salsa.

 

Destaca también "la mala situación" (en medio de la crisis) "...Yo he trabajao de día, forzao de noche, doblao y no hay manera que rinda el sueldo... Que el sacerdote viva del diezmo que da gobierno y la secretaria viva del jefe que la mantiene, ahora comprendo... y el diputado viva del sueldo que da el Estado y la Policía viva del guiso con la matraca, ahora comprendo. Y yo fregao, desguañangao, por ser honrao, que injusto es esto..."

 

En fin... El álbum vio la luz en noviembre de 2008, lástima, porque la salsa padeció el año pasado y ni siquiera Gilberto Santarrosa le pudo dar algo verdaderamente bueno... y luego le dan el Grammy a José Feliciano (¿qué se creen éstos?)... sin embargo, para el que escucha y pa’l que baila, este disco está para no perdérselo y ponerlo ahí en la pachanga (y no perderle la vista porque vuela). Al final puedo decir que tras el anunciado retiro de Colón, es este disco el que necesitábamos para poder decir una vez más ¡que viva la salsa!

 

Track 03

 

Ya no puede uno creer en nadie, es claro que esa farsa, esa charada llamada Grammy es una falta de respeto a la música, todo está en crisis ¡caramba!

 

Eso de darle a Springsteen el reconocimiento no está tan mal, qué buen manager tiene el boss que lo pone en el medio tiempo del Super Bowl y luego, a las dos semanas, le dan el Grammy, ¡bah!... luego el "Viva la vida!" también se llevó el premio, cosa de puro alegato comercial.

Pero en la música latina sí es para morirse de risa. Está bueno que la caballada está flaca, pero... ¿Jaguares?... no me atrevería a decir que hubo mejores discos de rock en la escena latina, pero hasta Café Tacvba tuvo un mejor disco (claro, el Grammy ya se lo han dado a ellos). Juanes es el mejor artista latino del año (yo no lo creo, pero los de la academia no viven en México, ni en Buenos Aires, vaya, ni en Bogotá) y lo que ya comenté, el mejor disco tropical, "Señor Bachata", del invidente norteamericano José Feliciano... en Kansas debieron haber hecho fiesta.

 

Track 04

 

Lo que se viene.

 

Que Rubén Blades sacará disco en abril: "Canciones para el subdesarrollo", con Cheo Feliciano. Después de seis años sin material, el ex ministro de Turismo de Panamá quiere responderle a su "ex amigo" Willie Colón. Ojalá el poeta se destape. Por cierto, "Canciones del subdesarrollo" fue un proyecto que Blades financió en 2004 y puso a libre disposición en Internet.

 

Dice la revista Rollings Stone Latinoamérica que quien viene con nuevo material es Roberto Carlos, el ídolo brasileño vuelve acompañado por Caetano Veloso con un homenaje al maestrazo Antonio Carlos Jobim; la grabación se realizó en directo el verano pasado... En Brasil se ha editado con un doble pack CD/DVD

 

El 27 de febrero se estrenó el nuevo disco de U2, "No Line on The Horizon"... la cuenta regresiva ha iniciado.

 

Bonus Track

 

Murió el pasado 15 de febrero Joe Cuba. Figura indispensable de la música Nuyorican. Descanse en paz, maestro.

 

Detrás del disfraz (3/3)

Detrás del disfraz (3/3)

Carnaval de protestas en Campeche

A menudo se describe al carnaval campechano como una fiesta totalmente alejada de la farándula política, asociándolo solo con las actividades artísticas, familiares e inclusive empresariales, detallando además cuáles son sus características, los escenarios donde se han desarrollado los mayores eventos sociales dentro del marco carnavalesco y las anécdotas curiosas de las personas que han interpretado a sus reyes en sus distintas ediciones, pero se olvidan por completo que la protesta social también es parte del carnaval.

El inicio de este texto se refirió al concepto global del carnaval y de la cual la mayoría de los académicos y especialistas coinciden: el carnaval es el lugar para el desenfreno y el universo donde está prohibido prohibir. Bajo este contexto, la crítica de los campechanos hacia sus gobernantes, interpretándolos con máscaras y disfraces, es parte integrante de las fiestas en honor al llamado "Rey Momo", dios de la burla y la locura, que con sus críticas grotescas divertía a los dioses del Olimpo.

Campeche y sus habitantes no han sido ajenos a las medidas políticas de nuestras autoridades nacionales, y como tal, nos afecta sobremanera ya sea de forma positiva o negativa. La ausencia de la cultura de la democracia, las crisis económicas sexenales, las ineficientes administraciones, la corrupción, el nepotismo, la impunidad, el crecimiento de la pobreza y la falta de empleo impactan profundamente en la sociedad campechana, principalmente en las clases medias y bajas, las más afectadas por las consecuencias negativas de las perturbaciones financieras y políticas.

El sentimiento generalizado de frustración de la población campechana, comúnmente pasivo la mayor parte del año, salía a la luz pública dentro de los marcos del carnaval. Este era una de sus principales maneras de decir a los gobernantes el odio que sentían hacia ellos. La parodia y la burla fueron un reclamo justificado y mínimo si lo comparamos con los grandes desfalcos cometidos por los hombres de posición elevada. La humillación de éstos en el carnaval es una explosión de alegría para el marginado o el ciudadano corriente que veía como sus anhelos de bienestar se le esfumaba.

Como se ya se explicó, pese a la exigencia de anular las elecciones de 1988, Salinas de Gortari se convirtió en el primer mandatario de México. El hombre fuerte era él y las acciones drásticas contra sus adversarios fueron rápidas. La aprehensión de Joaquín Hernández Galicia fue uno de esas maniobras políticas que sacudió a la opinión pública. La sociedad campechana reaccionó en el carnaval de 1989. En esta edición la mofa hizo acto de presencia cuando unas personas contagiadas con la libertad que da el carnaval personificaron al dirigente petrolero y sus seguidores[1].

Sin embargo, en 1990 otro grupo de ciudadanos salió a desfilar haciendo circular panfletos donde se podía leer su disgusto contra el impopular "Pacto" entre el Gobierno, el sector patronal y los obreros, donde estos eran los más perjudicados al retener sus salarios. Uno de los integrantes de este pequeño contingente apareció semidesnudo mostrando una pancarta que le tapaba la parte delantera de su cuerpo, que decía lo siguiente: "ACZ. Gracias al vino, las mujeres y el pacto estoy así"[2]. La referencia es a todas luces clara y no es difícil imaginar la risa entre los asistentes de aquel sábado de bando. Además la pancarta tiene las siglas de un dirigente obrero y ex gobernante campechano, Abelardo Carrillo Zavala.

En 1991 los tambores de guerra se escuchaban en el mundo. Irak invadió al pequeño país petrolero Kuwait para anexarlo a su territorio. En respuesta Estados Unidos le declaró la guerra al país invasor. Fue una guerra que le permitió demostrar a los ojos del mundo el poderío bélico de la nación norteamericana y el nuevo orden mundial tras la caída del comunismo; su victoria sobre el país árabe fue contundente. Sin dejar a un lado la crítica nacional, uno de los desfilantes  vestido de traje negro y con la máscara de Carlos Salinas sacó una pancarta que decía: "Ni Bush ni Hussein"[3]. George Bush era el presidente de la potencia internacional triunfante, luego de la disolución de la Unión Soviética se ufanaba de derrotar al comunismo y Hussein era el dictador irakí despiadado, pero Salinas de Gortari era el personaje más poderoso de México y su firmeza no era menos que la de los políticos anteriores. Quizá así lo sentía la persona que personificó al presidente; Salinas de Gortari era simplemente el rey todopoderoso.

En 1994 florecieron de nuevo las alusiones políticas en el carnaval de Campeche, la razón esta vez era el conflicto armada en Chiapas. Los sentimientos pacifistas en medio de un año virulento así como la burla fue un ingrediente más de un grupo de campechanos en la edición 412 de las actividades carnestolendas local. Durante el sábado de bando desfiló un contingente con diferentes leyendas. Se trató de un grupo de guerrilleros del EZLN pidiendo la paz para aquel estado enclavado en el sureste mexicano, los protagonistas iban en un jeep. Otra crítica, esta más alusiva era el presidente Salinas de Gortari, acompañado de los zapatistas, hombres con los rostros cubiertos con pañoletas portaban rifles de juguete en sus manos y en el mismo vehículo, también un jeep, integrantes del Ejército mexicano[4]. Fue posible ver abrazándose a estos personajes en la magia del carnaval, solo en este marco pudo llevarse a cabo la reconciliación de personajes con interpretaciones del mundo tan diferentes. El poderoso presidente tecnócrata sentado con el indígena hambriento de justicia dándose ambos las manos sin rencores. La humanización de Carlos Salinas y la reivindicación del indígena estaban en el imaginario colectivo de aquellos años. En el carnaval fue una realidad.  

La paz en Chiapas fue un proceso complejo y duradero. En 1995 las negociaciones de paz entre el Estado y el grupo rebelde todavía estaban en su apogeo. Una vez más el proceso no fue ignorado por los campechanos ávidos de expresar su espíritu pacifista y desahogar tensiones en el carnaval. Para esta ocasión un encapuchado exhorta a continuar la lucha en su pancarta, pero no es lo único a lo que hace alusión. También clama justicia por los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu, contra la pobreza y la corrupción. El subcomandante Marcos, líder zapatista, estuvo en el mismo derrotero del desfile del sábado de bando, con su simbólico pasamontañas, boina verde olivo, las cananas atravesadas en su pecho, y los inconfundibles pantalones mezclilla, chamarra, botines y su rifle de juguete[5].

Carlos Salinas de Gortari se transformó en el personaje más parodiado en las manifestaciones de protesta en todo el país y por ende en el carnaval de Campeche. En 1996 el pueblo seguía reclamando castigo para los culpables de la crisis económica que lo llevó a la debacle. En el imaginario popular se encontraba el germen de la revancha contra el otrora presidente de México, acusado una y otra vez de aquella catástrofe. Como muy lejos se encontraba de ser juzgado, el ingenio hizo su aparición cuando el pueblo oprimido sentenció y ordenó la aprehensión de Salinas de Gortari, quien fue encerrado tras las rejas del famoso penal de máxima seguridad Almoloya de Juárez, lugar donde recluían a los criminales más peligrosos[6]. Los campechanos que acudieron al desfile fueron testigos de un hombre disfrazado con traje y sombrero de rayas con la máscara del ex presidente y rodeado de una jaula grande no hallaba la manera de escapar ante el inevitable juicio de la población.

Por último, 1997 fue uno de los años más ricos en materia política. Había tela de donde cortar y así se hizo. Las noticias sobre la localización de las supuestas osamentas de un desaparecido legislador federal en una finca fueron objeto del escarnio público. La vidente que dio las pistas para su localización fue vapuleada por la mofa del pueblo. En el carnaval de este mismo año, un hombre recreó a Francisca Zetina, La Paca, ataviado con una largo vestido, máscara con cabeza amplia y grandes orejas (quizá una combinación entre Carlos Salinas y la vidente), enseñaba un letrero en busca de la osamenta de Salinas y Rocha[7] (apellido del diputado federal cuyos restos supuestamente eran los encontrados en la finca), sin duda las huellas recientes de este enredo provocó numerosas burlas entre el público del desfile.

De nuevo Carlos Salinas es víctima de la revancha del pueblo, pero esta vez acompañado de un histórico personaje: Fidel Castro, presidente de Cuba. Este, desde que llegó a la Presidencia de su país en 1959 mediante una revolución, se había aferrado al poder impulsando cuantiosas medidas sociales, pero el pueblo mexicano lo veía como un dictador vitalicio. Tanto Salinas de Gortari como Fidel Castro son, a juzgar por la leyenda que llevaban en sus espaldas: "Una pareja de pillos"[8].

Finalmente en este carnaval hace su aparición el Chupacabras, extraña especie de monstruo cuya dieta básica consistía en comer gallinas, cabras, borregos y animales de corral. En aquellos años su aparición fue señalada como una estrategia publicitaria del propio Gobierno Federal para desviar la atención pública. El pueblo una vez más retomó esta situación con su acostumbrada mofa. Un campechano se disfrazó del Chupacabras colocándose una horrible máscara con los cabellos parados, nariz quebrada, ojos saltones y boca abierta con los colmillos salientes cubierto con una ropa que más bien parecía un cavernícola[9]. Supuestamente los avistamientos del Chupacabras habían acontecido en México y otros países, devorando los animales de los granjeros.

Así concluye un breve recorrido por la otra cara del carnaval campechano, la de la protesta social. Sin duda estas manifestaciones eran el sentimiento de una ciudadanía que ya no quería que sus gobernantes se sintieran dueños del poder sino los detentadores temporales de ésta, sometidos al estricto imperio de las leyes como cualquier persona común y corriente.

 

 

Bibliografía

 

-Burke, Peter. La cultura popular en la Europa moderna. Altaya. Barcelona. 1997.

 

-C. Scott, James. Los dominados y el arte de la resistencia. Ediciones Era. México. 2000.

 

-Darnton, Robert. La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de la cultura francesa. Fondo de Cultura Económica. México. 2004

 

-Dzib, Ubaldo y Gantús, Fausta. Las fiestas populares en Campeche (Origen, evolución y estado actual). Ayuntamiento del Carmen/Casa de la Cultura. 1994.

 

-Eco, Humberto. ¡Carnaval! Fondo de Cultura Económica. México. 1998.

 

-Smicht, Samuel. En la mira. El chiste político en México. Taurus. México. 2006.

 

Fuente consultada

 

Periódico Tribuna

 

Archivo consultado

 

Archivo General del Estado de Campeche

 


[1] Tribuna. 5 de febrero de 1989. p. 2-A

[2] Tribuna. 28 de febrero de 1990. p. 6-A

[3] Tribuna. 10 de febrero de 1991. p. 6-A

[4] Tribuna. 13 de febrero de 1994. p. 6-A

[5] Tribuna. 26 de febrero de 1995. p. 5-A

[6] Tribuna. 18 de febrero de 1996. p. 3-A

[7] Tribuna. 9 de febrero de 1997. p. 3-A

[8] Ibidem

[9] Ibidem

Beirut, March of the zapotec

Beirut, March of the zapotec

 

Leyendo la publicación dominical "Día Siete" encontré un reportaje sobre Beirut, exponente de ’música indie’. Me llamó la atención su proyecto a presentar en el DF: "March of the zapotec", del cual grabó tres piezas en Teotitlán del Valle, Oaxaca, con la Banda Jiménez, originaria del lugar.
 
La recomendación de la revista decía que el track "La llorona" ya estaba disponible en YouTube y pude corroborarlo; lo que me lleva a escribirles es precisamente el hecho de escuchar el tema: efectivamente es una banda oaxaqueña con sus ensambles tradicionales; a quienes hemos escuchado una banda serrana de Oaxaca nos impresionará de cierta forma, los que no, probablemente ya hayan escuchado algo similar en otros lados, pero dense la oportunidad de disfrutar este tema.

Para mí, fue por fin escuchar materializada una idea que tenía desde años atrás cuando oía a una banda de música y, además de los temas regionales, sones y jarabes que por lo regular interpretaban en la Guelaguetza, imaginaba que se podía hacer otro tipo de música; he aquí una muestra que sí es posible. Beirut se refiere de la siguiente manera de las bandas de Oaxaca: "Hay algo de melancolía en esta música. Expresa tristeza en una forma muy clara y bella. Y parece honesta. Estoy enamorado del sonido de los metales, y oír uno de estos ensambles de 19 piezas es impresionante. Además, es música imperfecta. A veces torpe y rara".

El video es una animación del pueblo, en donde resalta un burro y un perro que le llamó la atención al músico y sus colaboradores.

   

 

Escuchen el tema; vale la pena simplemente por las ganas de oír música y por el hecho de descubrir nuevos sonidos.

 

Beirut: March of the Zapotec EP:

  1. El Zocalo
  2. La Llorna
  3. My Wife
  4. The Akara
  5. On a Bayonet
  6. The Shrew

 

 

 

 

 

 

Detrás del disfraz (2/3)

Detrás del disfraz (2/3)

Crisis política en México

Los últimos cinco sexenios de la era priísta, que estuvieron caracterizados por la supremacía del presidente de México emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), organización partidista que debía parte de su fuerza a la composición de los sectores obrero, campesino y popular controlados por el primer mandatario, fue una época agitada en la vida política y social del país, las controversiales decisiones de las autoridad presidencial en materia económica había provocado una profunda crisis financiera que repercutió en la situación material de los mexicanos. Los profundos desbarajustes económicos deterioraron el nivel de bienestar de miles de habitantes. De medidas populistas enfocadas a estatizar las empresas (Echeverría Álvarez, López Portillo) se transitó a un orden de apertura exterior (De la Madrid, Salinas de Gortari, Zedillo Ponce de León).

            En el sentido político, el esquema de partido único comenzaba ha deteriorarse. Otras alternativas partidistas saltaban en la arena electoral convirtiéndose en la voz cantante de los reclamos democráticos del pueblo mexicano. Sin ganar aun posiciones de elección popular importantes, progresivamente el Partido Acción Nacional (PAN) y las todavía débiles agrupaciones de izquierda exigían cambios en la vida pública de México y progresivamente fueron escalando peldaños en el espectro político, sabiendo capitalizar muy bien el hartazgo social contra el régimen.

            Sin embargo, de los últimos sexenios priístas, uno de los más recordado fue el de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Este presidente, encasillado dentro de los llamados "tecnócratas", es decir, un presidente con formación económica y con políticas dirigidas a favorecer el mercado, se vio envuelto en el escándalo desde su ascenso al poder. En 1988 ganó las elecciones presidenciales en medio de un sentimiento generalizado de malestar de la población, en lo que la oposición consideró un grave fraude electoral. Desde ese momento su gobierno ya llevaba la marca de la ilegitimidad, pero su astucia política cambió el escenario, aplicando programas sociales destinados a ganarse la confianza de los mexicanos. El programa Solidaridad contó con una enérgica promoción incial en las zonas marginadas del país para combatir la pobreza, con esta medida se logró construir escuelas, mejorar los caminos, rehabilitar y construir hospitales, etc.

            Desde el inicio del sexenio Salinas de Gortari mostró firmeza al ordenar el arresto del máximo líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, "La Quina", con esta acción el Gobierno tomó las riendas del sindicato petrolero, que se oponía a las políticas privatizadoras, además de que fue acusado de apoyar a los adversarios políticos del presidente durante las elecciones de 1988. Hernández Galicia fue conducido a prisión junto con sus colaboradores más cercanos por posesión ilegal de armas.

            Sus reformas fueron aclamadas internacionalmente, sin embargo, hacia el final de su gobierno la debacle hizo estragos en México. Las políticas públicas impulsadas en su administración no estuvieron exentas de la dura crítica de los opositores. Si bien había logrado firmar el Tratado de Libre Comercio con dos potencias mundiales (Estados Unidos y Canadá), los sectores nacionalistas cuestionaron fuertemente la privatización de varias empresas importantes, entre ellas Teléfonos de México (Telmex) y la Banca, con lo que redujo la participación del Estado en la economía mexicana. La modificación al artículo 21 constitucional con la cual se daba por concluido el reparto agrario fue otra medida que despertó la censura de sus detractores. También el "Pacto" fue una decisión controvertida, dirigido al entendimiento entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores, no obstante, reducía a los obreros al docilismo hacia sus líderes y mantenía bajo sus ingresos.

            En la administración salinista empezó la reconciliación del Estado con la Iglesia. Elecciones estatales marcadas con el sello del fantasma electoral empañaron la marcha de un verdadero desarrollo democrático y, por ende, la ruptura con las fuerzas opositoras, pese a todo esto, lo que ensombreció aún más el gobierno de Salinas de Gortari fue la sangre derramada a causa de la violencia que ensañó territorio mexicano. El estallido de la rebelión en Chiapas en 1994 -Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)-, así como el asesinato del candidato oficial Luis Donaldo Colosio en marzo de ese mismo año no hicieron más que enrarecer la atmósfera. En Chiapas un ejército integrado por indígenas declaró la guerra al Estado y pedía la renuncia del presidente. Luego de tomar algunos municipios el Ejército mexicano logró que el EZLN se replegara hacia la selva. Finalmente el Gobierno y el EZLN iniciaron las negociaciones para la paz.

            El otro suceso que cimbró la consciencia de México fue el crimen contra Colosio Murrieta. En plena campaña hacia la Presidencia fue objeto de varios disparos que acabó con su vida. El crimen jamás se logró esclarecer, lo cierto es que muchos no descartaron la participación del Estado en el atentado, pues las diferencias entre el presidente y el candidato habían aumentado considerablemente. Por si no fuera suficiente, semanas antes de concluir el sexenio el secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu murió asesinado, el autor intelectual fue atrapado pero no dejó satisfecho a la mayoría.

            En 1994 asumió la Presidencia de la República Ernesto Zedillo Ponce de León, quien sustituyó a Colosio Murrieta en la candidatura priísta. Lejos de disminuir el sentimiento de agravio de los mexicanos hacia el ex presidente Salinas de Gortari, la reacción de condena a éste creció, pues heredó a su sucesor una de las peores crisis económicas de la historia de México, conocido como el "Error de Diciembre" de 1994. Ernesto Zedillo tenía la misma formación economíca de su antecesor, impregnó una dinámica semejante en la conducción del país sin embargo hacia el final de su sexenio la economía mexicana se encontraba en relativa calma.

            En esta administración algunas culpas se comenzaron a pagar, la más importante fue el arresto de Raul Salinas de Gortari, hermano del ex presidente, acusado de participar en el crimen contra Ruiz Massieu. Derivado de este escándalo desaparició un legislador federal, quien también fuera señalado de intervenir en el crimen. Después se halló una osamenta en la finca "El Encanto", cuyas características fisicas coincidían, según las autoridades, con el desaparecido legislador. Lo risible del asunto fue que una vidente llamada Francisca Zetina "La Paca" proporcionó los detalles para localizar los restos. La ridiculización hacia los encargados de las pesquisas no tardó en llegar y estuvo fuertemente sometido al juicio crítico de la ciudadanía.